PROGRAMA
PARA EL DESARROLLO DE HABILIDADES BÁSICAS DE INTERACCIÓN SOCIAL Y DE
COMUNICACIÓN[1]
ÍNDICE.
NIVEL 1. FACILITAR LA ATENCIÓN HACIA LOS OTROS, CONTINGENCIA SOCIAL Y
TOMA DE TURNOS.
Fase 1. Percepción de relaciones
contingentes entre las acciones propias y de otros.
Fase 2. Facilitación del contacto
ocular.
Fase 3. Facilitar la toma de turnos.
Fase 4. Discriminación entre
contingencia e imitación.
NIVEL 2. IMITACIÓN Y HABILIDADES DE ATENCIÓN CONJUNTA.
Habilidades de Imitación.
Fase 1. Imitación de esquemas
familiares.
Fase 2. Imitación de esquemas nuevos.
Fase 3. Imitación contingente a la de
otros niños.
Comunicación y atención conjunta.
Fase 1. Comunicación para
satisfacer un deseo.
Fase 2. Compartir
actividades.
Fase 3. Uso del contacto ocular en el
contexto comunicativo.
Fase 4. Atender a señales no verbales
de los demás y dirigir la atención del otro.
PROGRAMA
PARA EL DESARROLLO DE HABILIDADES BÁSICAS DE INTERACCIÓN SOCIAL Y DE
COMUNICACIÓN
NIVEL 1.
FACILITAR LA ATENCIÓN HACIA LOS OTROS, CONTINGENCIA SOCIAL Y TOMA DE TURNOS.
Fase 1. Percepción de relaciones contingentes entre las
acciones propias y de otros.
La
finalidad de esta primera fase es ayudar al niñ@ a darse cuenta y percibir las
relaciones de contingencia entre sus comportamientos y los del adulto. Para
ello, éste debe imitar exactamente, con juguetes u objetos, las mismas acciones
que el niñ@.
Las imitaciones deben ser tan parecidas
como sea posible a las acciones del niñ@, pero exageradas.
Se debe conseguir la atención previa
del niñ@, colocando el objeto o el juguete dentro de su campo visual.
Los objetivos de esta primera fase son,
pues:
Ø
El
niñ@ atiende a las acciones del adulto.
Ø
El
niñ@ se da cuenta de que las acciones del adulto siguen a sus propias acciones.
Fase 2. Facilitación del contacto ocular.
Muy a
menudo, los niñ@s con bajos niveles de competencias sociales y comunicativas
suelen focalizar su atención, o bien en el juguete u objeto que tienen entre
sus manos, o bien en el juguete u objeto que tiene el adulto, más que en la
cara de éste.
La
finalidad de esta segunda fase es cambiar la atención del niñ@ desde el juguete
u objeto hacia la cara del adulto.
La
estrategia es prácticamente la misma que la de la fase anterior, excepto que la
mirada hacia la cara del adulto se facilita poniendo éste su rostro dentro de
la línea de visión del niñ@.
Al tiempo
que imita la acción del niñ@, el adulto debe poner el objeto delante de su
cara. De esta manera, si el niñ@ mira hacia el objeto o hacia el juguete, verá
también la cara del adulto. Éste puede mostrar una expresión emocional positiva
exagerada (p.e., sonreir) cuando el niñ@ mire en su dirección.
Los
objetivos que se pretenden conseguir en esta segunda fase son:
Ø
El niñ@ comienza a mirar a la cara del adulto.
Ø
El niñ@ se da cuenta y percibe que el adulto
está siguiendo su acción.
Fase 3. Facilitar la toma de turnos.
La
finalidad es que el niñ@ aprenda la naturaleza de “ida y vuelta” de las
interacciones. En momentos determinados el adulto debe esperar unos segundos
antes de imitar al niñ@, para comprobar si él o ella está esperando a que el
adulto le imite (espera estructurada). Este tipo de alternancia
imitación-espera crea la sensación de una toma de turnos, en la cual el niñ@
realiza una acción (mira) después de la espera del adulto, y entonces el adulto
vuelve a imitar. Es posible que el niñ@ disfrute con esta actividad y pueda
llegar a considerarla un juego, deteniendo repentinamente sus acciones, o
acelerándolas, o ralentizándolas, para ver si el adulto le sigue.
Los
objetivos de esta fase son los siguientes:
Ø
El niñ@ espera la imitación del adulto.
Ø
El niñ@ empieza a cambiar sus propias conductas
y mira a ver si el adulto cambia su conducta.
Ø
El niñ@ muestra signos comportamentales de que
está participando en un juego.
Fase 4. Discriminación entre contingencia e imitación.
El
propósito de esta fase es que el niñ@ aprenda que la toma de turnos en las
interacciones puede tener lugar sin necesidad de que el adulto imite
exactamente su conducta. En vez de hacer una imitación exacta, el adulto hace
modificaciones pequeñas de la conducta. Por ejemplo, el adulto puede hacer lo
mismo pero con diferente juguete, o usando el mismo juguete, hacer algo
diferente. Por ejemplo, puede alterar (aumentar o disminuir) la velocidad de la
acción. Si el niñ@ emite sonidos o palabras, se puede modificar la forma o la
entonación de la emisión.
Los
objetivos de esta cuarta fase son:
Ø
El niñ@ llega a anticipar las imitaciones del
adulto, aún cuando no sean exactas.
Ø
El niñ@ sigue disfrutando en interacciones de
toma de turnos.
NIVEL 2. IMITACIÓN Y HABILIDADES DE ATENCIÓN
COMPARTIDA.
El trabajo en este nivel se
puede iniciar después de que el niñ@ empiece a atender sistemáticamente a la
imitación del adulto.
Habilidades de Imitación.
Ampliar y
profundizar en las habilidades de imitación es muy importante, dado que es la
base sobre la que se apoyan gran cantidad de intercambios sociales en la
infancia. Imitar acciones sin objetos, o con objetos, favorece la adquisición y
el aprendizaje de habilidades comunicativas y sociales.
Fase 1. Imitación de esquemas familiares.
La
finalidad de esta fase es que el niñ@ imite las acciones del adulto, y que lo
haga de manera espontánea. La estrategia consiste en introducir un esquema (ya
sea motor, verbal o vocal) que el niñ@ ha mostrado en otras ocasiones. Para
ello, cuando el niñ@ esté en condiciones óptimas de atención e interacción, se
introduce una acción familiar simple con un objeto. La primera acción debe ser
algo que haya hecho el niñ@ muy recientemente (unos minutos antes). En ningún
caso la acción debe ser la misma que el niñ@ estaba realizando. Puede que se
necesiten varios intentos y que el niñ@ tarde en imitar. El adulto volverá a
imitar la acción del niñ@ después de varios intentos por facilitar la imitación
espontánea del niñ@.
Los
objetivos son:
Ø
El niñ@ imita espontáneamente esquemas
familiares simples con juguetes.
Ø
El niñ@ imita espontáneamente sonidos,
verbalizaciones y expresiones familiares (relacionadas con las acciones).
Ø
El niñ@ imita espontáneamente esquemas complejos
con objetos y/o sonidos, verbalizaciones y expresiones familiares.
Fase 2. Imitación de esquemas nuevos.
El
propósito de esta fase es enseñar al niñ@ a imitar espontáneamente acciones
nuevas. La estrategia es la misma que la de la fase anterior, excepto en que se
introducen esquemas no familiares. El adulto inicia la actividad con esquemas
que son modificaciones evidentes de acciones familiares del niñ@, y progresa
lentamente hacia acciones más novedosas.
Los
objetivos de esta fase son los siguientes:
Ø
El niñ@ imita espontáneamente modificaciones
claras de esquemas familiares con objetos y/o sonidos, verbalizaciones y
expresiones.
Ø
El niñ@ imita, o intenta imitar, espontáneamente
esquemas totalmente nuevos con objetos y/o sonidos, verbalizaciones y
expresiones.
Fase 3. Imitación contingente a la de otros niños.
La
finalidad de esta fase es que el niñ@ utilice sus habilidades de imitación para
que comparta una actividad con otro(s) niñ@(s). El adulto debe tener preparada
una actividad con el mismo material que está usando el niñ@, para proponérsela
al primer niñ@ que se acerque espontáneamente. La actividad debe permitir la
participación conjunta de ambos niñ@s. Por ejemplo, si se está jugando con
plastilina se puede pedir al otro niñ@ que haga lo mismo que está haciendo el
niñ@.
Los
objetivos de esta fase son:
Ø
El niñ@ atiende a la acción que realiza el otro
niñ@.
Ø
El niñ@ imita acciones del otro niñ@ para
completar una actividad.
Comunicación y Atención Compartida.
Fase 1. Comunicación para satisfacer un deseo.
El
propósito de esta fase es motivar al niñ@ a que se comunique espontáneamente
con el adulto para obtener algo que desea (objeto, alimento, acción, etc.).
Esto se consigue utilizando objetos interesantes para el niñ@ dentro de una
caja transparente difícil de abrir, o fuera del alcance del niñ@ pero a su
vista. El adulto debe estar pendiente del niñ@, y cuando éste intente abrir la
caja o alcanzarla, abrírsela o dársela para que consiga el objeto. El adulto
debe hacer esto regularmente varias veces, después esperar a que el niñ@
realice alguna acción (gestos, sonidos, palabras, etc.) para indicar al adulto
que quiere el objeto que está dentro de la caja, y entonces dárselo inmediatamente.
Esto también se puede hacer,
por ejemplo, durante el recreo, dándole algo que le guste comer. No tardará en
pedir ayuda para que alguien le abra la puerta, o le ayude a ponerse el abrigo.
Los objetivos son:
Ø
El niño inicia actos espontáneos de comunicación
(gestos, mirada, lenguaje) para pedir un objeto, acción o ayuda.
Fase 2. Compartir actividades.
La
finalidad de esta fase es facilitar al niñ@ la participación y la comunicación
acerca de las actividades que esté compartiendo. Los objetos que se seleccionen
deben requerir la ayuda de otra persona (p.e., jugar con pelotas, con pompas de
jabón, etc.). Los objetos que por su naturaleza dirigen la atención del niñ@
hacia la cara del adulto son los más indicados.
Los
objetivos son:
Ø
El niñ@ pide ayuda espontáneamente durante una
actividad compartida.
Ø
El niñ@ pide al adulto que participe en una
actividad.
Ø
El niñ@ pide al adulto que participe en una
rutina social.
Fase 3. Uso del contacto ocular en el contexto
comunicativo.
El fin
de esta fase es enseñar al niñ@ que sus propias señales no verbales
(principalmente la mirada) tienen mucha importancia en la comunicación con
otras personas. Esto se favorece con una pausa del adulto antes de cumplir la
petición del niñ@ (espera estructurada). Normalmente el niñ@ tenderá a mirar
espontáneamente a la cara del adulto para activar el inicio de la acción. Otra
estrategia puede ser fingir confusión o que no se entiende la petición del
niñ@. Por ejemplo, si el niñ@ pide una acción, iniciar una acción totalmente
distinta, detenerse y atender al niñ@ esperando a que nos mire. También
preguntar al niñ@ si quiere A o B, y mostrarse dubitativo hasta que el niñ@
mire a la cara del adulto; después cumplir inmediatamente la petición.
Los
objetivos de esta fase son los siguientes:
Ø
El niñ@ inicia actos comunicativos de petición
mientras mira a la cara del adulto, combinando contacto ocular con las
peticiones.
Fase 4. Atender a señales no verbales de los demás y
dirigir la atención del otro.
La
finalidad de esta fase es que el niñ@ empiece a tener en cuenta señales no
verbales más complejas que muestra el adulto mientras él realiza una petición.
Una vez que el niñ@ mira consistentemente a la cara del adulto para controlar
la ejecución de su petición (mirada de monitorización), el adulto realiza una
señal no verbal muy exagerada para indicarle si va a realizar o no la acción
que el ha requerido. De esta manera, el niñ@ podrá aprender que algunas señales
no verbales de los demás pueden ser muy importantes en la comunicación.
Ocasionalmente, el adulto puede hacer como que no presta atención al niñ@, para
motivarle a que dirija la atención del adulto con llamadas.
Las
habilidades de llamada se pueden trabajar individualmente, partiendo de
situaciones muy exageradas en las que el adulto no atiende a nada (p.e.,
tapándose la cara con el brazo sobre la mesa al ver que el niñ@ inicia una
petición) y acercándose al niñ@ para que sea muy fácil que éste toque al
adulto.
Los
objetivos son:
Ø
El niñ@ empieza a atender a señales no verbales
que muestra el adulto.
Ø
El niñ@ dirige la atención del adulto hacia un
objeto o actividad.
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